Editorial

Información del artículo


*Autor para correspondencia
Correo electrónico:
afernandezprol@semg.es

http://dx.doi.org/10.24038/mgyf.2023.024

Antonio Fernández-Pro Ledesma

Expresidente y Consejero de SEMG


Tras ocho años de presidente de la SEMG, dos legislaturas, es hora de hacer una serie de reflexiones. Lo primero que tengo que decir es que ha sido un privilegio y un honor liderar esta institución durante este tiempo y ser testigo de los avances y logros que hemos alcanzado juntos. Hemos trabajado codo con codo y ha sido un viaje emocionante, lleno de desafíos; hemos trabajado incansablemente para promover y difundir el conocimiento y esto nos enorgullece, tanto a mí como a toda la Comisión Permanente que me acompañó y los diferentes equipos de trabajo. El camino que hemos recorrido juntos fue duro y difícil a veces, pero todos colaborando y teniendo el mismo objetivo lo hizo más fácil. Hemos trabajado incansablemente para fortalecer nuestra sociedad y promover el avance de la Medicina de Familia. Nos hemos enfrentado a desafíos y superado obstáculos, pero siempre lo hemos hecho con el objetivo común de fomentar el conocimiento y contribuir al progreso de nuestra disciplina.

Hemos seguido innovando en Congresos, plataformas de formación y en nuestra revista científica. Hemos trabajado en estrecha colaboración con otras sociedades y organismos afines, con lo que hemos fortalecido nuestra red y ampliando nuestro impacto en la comunidad científica. Para esto fue fundamental el trabajo de nuestros Grupos de Trabajo y Sociedades Autonómicas, que han sido el motor impulsor de nuestras iniciativas y proyectos; la pasión y el empeño puesto en las tareas encomendadas ha sido inspiradora. Agradezco sinceramente a cada uno de ellos su valiosa contribución y su apoyo incondicional.

Nuestro compromiso ha sido siempre con la excelencia y la calidad científica, uniendo a estos dos parámetros la calidez. A lo largo de estos años, hemos fomentado la colaboración y la interdisciplinariedad.

Una de las herramientas fundamentales de SEMG, como de cualquier otra sociedad científica, es nuestra revista. Esta desempeña un papel crucial en la difusión del conocimiento científico y en la promoción de la investigación y el desarrollo de nuestra sociedad científica. Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todos los profesionales que han confiado en nuestra revista y han compartido sus conocimientos con nosotros. Han sido ustedes quienes han hecho posible el crecimiento y el éxito de esta publicación. También agradecemos a nuestros revisores, cuyo riguroso trabajo ha contribuido a mantener su calidad y su prestigio. En nombre de la Comisión Permanente saliente, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de las personas que conforman la Revista Medicina General, que ha sido parte fundamental e imprescindible para el funcionamiento efectivo y el crecimiento de nuestra sociedad y por ello miramos hacia el futuro con optimismo y determinación. Nuestra revista seguirá siendo una plataforma para impulsar el conocimiento y la innovación. Continuaremos buscando nuevas formas de promover la colaboración y la diversidad en la ciencia, y trabajaremos para mantenernos a la vanguardia. Quiero agradecer también a todo el equipo editorial su apoyo durante estos años. Fomentando una comunicación científica clara y accesible, y a la vez utilizando diferentes formatos y canales de comunicación, podemos llegar a mucha más audiencia.

Y todo esto cuando nuestro ámbito asistencial se está enfrentando a diversos retos que han impactado en su funcionamiento y en la calidad de los servicios, teniendo como uno de los principales problemas la sobrecarga asistencial, la falta de recursos y de personal, y un incremento en la demanda de servicios que ha llevado a una mayor presión y a una disminución en el tiempo de atención a los pacientes. La necesidad de adaptarnos rápidamente a las nuevas circunstancias nos ha exigido una flexibilidad y creatividad sin precedentes. Pero a pesar de todos los desafíos, nuestra sociedad ha demostrado resiliencia y determinación. Nos hemos mantenido firmes en nuestro compromiso de seguir avanzando en el conocimiento científico y de ofrecer respuestas sólidas a los problemas planteados.

Otros de los factores determinantes en esta sobrecarga ha sido el envejecimiento de la población. Esto ha generado un aumento en la demanda de servicios de atención primaria, especialmente relacionados con enfermedades crónicas y cuidados geriátricos.

Estos factores, junto a la falta de médicos de familia y otros profesionales de la salud en atención primaria, ha sido una dificultad añadida, en algunas ocasiones insalvable. Se ha debido en gran parte a la falta de incentivos y a las condiciones laborales difíciles que han llevado a una disminución en el interés de los jóvenes por especializarse en medicina de familia, lo que ha agravado la escasez de personal.

Si miramos a nuestro alrededor vemos claras desigualdades territoriales. Existen diferencias significativas en la calidad y accesibilidad de la atención primaria entre las distintas comunidades autónomas de España. Algunas regiones han tenido dificultades para proporcionar servicios de calidad, especialmente en áreas rurales o con menor desarrollo socioeconómico.

Tenemos todavía que enfrentarnos a una clara falta de coordinación con otros niveles asistenciales. La falta de comunicación y continuidad en la atención entre los diferentes niveles asistenciales ha generado dificultades en la gestión de los casos y ha afectado negativamente la calidad de la atención.

Todos estos son retos que debemos superar desde un punto de vista colaborativo, haciendo un enfoque integral que involucre a las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud y la sociedad en su conjunto, para garantizar una atención primaria de calidad y accesible para todos los ciudadanos.

Creo con firmeza que el futuro está en promover la colaboración y la diversidad en el trabajo. La creación de redes entre investigadores y diferentes instituciones y disciplinas, formar asociaciones interinstitucionales, puede facilitar compartir recursos y favorecer la innovación.

Promover la cultura de colaboración entre los profesionales de la salud, tanto desde el punto de vista individual como organizacional, implica fomentar la confianza, el respeto y la comunicación abierta entre los diferentes niveles asistenciales, y reconocer la importancia de trabajar juntos en beneficio del paciente.

El camino que tenemos que recorrer es arduo y seguramente difícil, pero no debemos desfallecer, porque al final estamos luchando por una sanidad de calidad para nuestros ciudadanos y estoy seguro de que la SEMG continuará prosperando y alcanzando nuevas metas bajo la dirección de la nueva Comisión Permanente. Les animo a seguir trabajando juntos, a seguir promoviendo la Medicina de Familia y a mantener el espíritu de colaboración y excelencia que nos ha caracterizado.