Clínica Cotidiana

Información del artículo


Historia del artículo:
Recibido el 12 de junio de 2020
Aceptado el 22 de febrero de 2021
On-line el 21 de julio de 2021


Palabras clave:
Esclerosis múltiple
Cardiopatía isquémica
Riesgo cardiovascular
Arterioesclerosis


*Autor para correspondencia
Correo electrónico:
antoniaespinosa@gmail.com
(A. Espinosa Collado).

http://dx.doi.org/10.24038/mgyf.2021.013


Keywords:

Multiple sclerosis
Ischemic heart disease
Cardiovascular risk
Arteriosclerosis

Antonia Espinosa Colladoa,*, Carlos Ramos Ortizb, Francisco Burillo Gómezc, Gerardo Moreno Terribasc

aUnidad de Gestión Clínica de Armilla (Granada). bMédico del Trabajo y Médico General y de Familia. cServicio de Cardiología. Hospital Clínico de Granada.


Resumen

En España hay aproximadamente 55.000 afectados de esclerosis múltiple y cada año aumenta su prevalencia. Esta enfermedad inflamatoria, desmielinizante, crónica, multifocal, neurodegenerativa, presenta una mayor incidencia de cardiopatía isquémica y muerte que en población general. Por ello, debemos considerar la esclerosis múltiple como un factor de riesgo cardiovascular más a tener en cuenta, para disminuir las enfermedades coronarias y realizar un control adecuado en nuestras consultas.

© 2021 Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Publicado por Ergon Creación, S.A.


Multiple sclerosis and ischemic heart disease: new cardiovascular risk factor

Abstract


In Spain there are approximately 55,000 affected by multiple sclerosis and each year its prevalence increases. This neurodegenerative, multifocal, chronic, demyelinating, inflammatory disease has a higher incidence of ischemic heart disease and death than in the general population. For this reason, we must consider multiple sclerosis as one more cardiovascular risk factor to consider, to reduce coronary heart disease and carry out adequate control in our consultations.

© 2021 Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Published by  Ergon Creación, S.A.

Mujer de 52 años de edad, diagnosticada de esclerosis múltiple hace dos años y en tratamiento con dimetilfumarato. Presenta, de forma esporádica, sensación taquipneica y opresiva en el cuello, la boca y la mandíbula, sin relación evidente con el ejercicio y la intensidad de este. Últimamente la despierta por la noche, por lo que decide consultar.

En la consulta se achaca a dolor de tipo paroxístico propio de la enfermedad.

No presenta factores de riesgo cardiovascular previos, salvo un aumento lipídico brusco en el mes previo, sin cambios evidentes en la dieta. 

Los diversos ECG realizados, incluso durante las crisis de dolor, no presentan signos de isquemia.

Se consulta con Cardiología, donde solicitan electrocardiograma, ecocardiograma (ambos resultan normales).

En la gammagrafía cardiaca en reposo y con provocación con adenosina se detecta hipocaptación de leve intensidad en los segmentos medios y basales de la cara lateral/inferolateral, que muestra cambios de reversibilidad en el estudio realizado en reposo. En el estudio sincronizado de onda R no se observan alteraciones significativas en la contractilidad segmentaria y la función sistólica general del ventrículo izquierdo está dentro de lo normal: FEVI estimada mayor del 60 % y volúmenes ventriculares izquierdos normales (Figs. 1 y 2).

Se realiza coronariografía, en la que se observa obstrucción muy grave de la cincunfleja. Se lleva a cabo angioplastia por colocación de stent farmacoactivo RESOLUTE 2,5 x 18 mm. Los resultados angiográficos finales son buenos (Figs. 3, 4 y 5).

Se añade al tratamiento ácido acetilsalicílico (100 mg), ticagrelol (180 mg), rosuvastatina (20 mg) y pantoprazol (20 mg).

Se remite para seguimiento a Rehabilitación Cardiaca, Cardiología, Neurología y Atención Primaria.

Figura 1 – SPECT con provocación. Se observa la isquemia lateral.

Figura 1 – SPECT con provocación. Se observa la isquemia lateral.

Figura 2 – SPECT con provocación. Isquemia lateral e inferior.

Figura 2 – SPECT con provocación. Isquemia lateral e inferior.

Figura 3 – Lesión arteria circunfleja en angiografía.

Figura 3 – Lesión arteria circunfleja en angiografía.

Figura 4 – Inflado del balón del STENT fármaco-activo.

Figura 4 – Inflado del balón del STENT fármaco-activo.

Figura 5 – Intervención coronaria percutánea (ICP). Técnica resuelta.

Figura 5 – Intervención coronaria percutánea (ICP). Técnica resuelta.

Comentario

La enfermedad trombótica de las arterias coronarias en pacientes con esclerosis múltiple se produce probablemente por varias causas: alteración estructural de los cardiomiocitos, disfunción del sistema nervioso autónomo cardiovascular, disminución de la actividad física, aumento del estrés oxidativo, estado inflamatorio sistémico, presencia de factores de riesgo cardiovascular y cardiotoxicidad de algunos tratamientos empleados1,2,4,7,8.

Además, algunos síntomas pueden solaparse y ser confundidos, lo que retrasa el diagnóstico. Esto ocurre con el dolor neuropático de tipo paroxístico torácico, que puede simular dolor anginoso (conocido como “abrazo de la esclerosis”); se define como una sensación de constricción segmentaria unilateral o bilateral (compresión, en forma de banda o en forma de faja) que afecta al tórax, al abdomen o a ambos, y a la columna vertebral, y que no es atribuible a otra causa.

A pesar de todo ello, la función cardiaca no se evalúa habitualmente en estos pacientes. 

Se han observado cambios en el electrocardiograma, como aumento de la duración de la onda p (puede explicar la mayor prevalencia de arritmias supraventriculares). Se cree que hay una hiperactividad de la coagulación que se relaciona con manifestaciones clínicas de la esclerosis múltiple y sus complicaciones. Podemos controlar la aparición de arterioesclerosis mediante la detección del aumento del grosor íntima-media de la arteria carótida y de los niveles de proteína C reactiva4-7.

Es importante un mayor control de los factores de riesgo modificables, como el nivel de colesterol, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, la ingestión de alcohol, el estrés y el estado procoagulante; de ahí la importancia del ejercicio físico y de una dieta saludable3,6.

Debemos estimar la propia esclerosis múltiple como un factor de riesgo de la salud cardiovascular1-8.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía


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