Artículo Original

Información del artículo


Historia del artículo:
Recibido el 12 de noviembre de 2020
Aceptado el 14 de diciembre de 2020
On-line el 23 de diciembre de 2020


Palabras clave:
Diabetes mellitus tipo 2
Control
Anciano
Antidiabéticos
Sexo


*Autor para correspondencia
Correo electrónico:
pedrodomsan@gmail.com

http://dx.doi.org/10.24038/mgyf.2020.068


Keywords:

Type 2 diabetes mellitus
Control
Aged
Antidiabetic
Gender

Pedro Domínguez Sánchez-Migallón

Centro de Salud Manzanares II. Manzanares (Ciudad Real).


Resumen


Objetivo. Conocer el grado de control y tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) de nuestra zona de salud, diferenciados según la edad (< 65 y ≥ 65 años) y el sexo (masculino y femenino).

Material y método. Estudio observacional, descriptivo y transversal sobre historias clínicas de pacientes con DM2 de la Zona de Salud de Manzanares II. Se recogen datos sociodemográficos, factores de riesgo cardiovascular, repercusión vascular, valores analíticos (glucídicos, lipídicos) y tensionales, y fármacos para el tratamiento de diabetes, dislipemia, hipertensión arterial y con efecto antiagregante/anticoagulante.

Resultados. Datos de 342 pacientes (varones: 170; mujeres: 172; < 65 años: 120; ≥ 65 años: 222). Hemoglobina glucosilada (HbA1C) media 6,87 %; más de 60 % de pacientes con cifras ≤ 7 % (sin diferencias entre grupos) con 40 % en rango de ≤ 6,5 %. Colesterol total ≤ 200 mg/dl en un 75 % de los pacientes: mayor porcentaje en ≥ 65 años y en varones (p< 0,01 entre grupos de edad y p< 0,05 por sexo) con LDL-colesterol ≤ 100 mg/dl en más de la mitad de los pacientes: mejor en ≥ 65 años y en varones (con p< 0,01 entre grupos de edad y sexo). La combinación de factores controlados de HbA1C y LDL-colesterol es mejor en los ≥ 65 años (p< 0,01). Mayor prevalencia de ERC en mujeres y en ≥ 65 años (p< 0,001 por edad y p< 0,05 por sexo). Mayor prevalencia de tabaquismo en varones y en < 65 años (p< 0,001, en ambos). Los ARA II y diuréticos son más usados en ≥ 65 años (p< 0,05 y p< 0,001) que en < 65 años. No hay diferencias en tratamientos antidiabéticos por sexos, pero sí en cuanto a metformina e iSGLT2 (más frecuente en < 65 años, p< 0,01). Hay diferencias en el uso de estatinas (p< 0,01) y fibratos (p< 0,05), mayor (64,4 %) en ≥ 65 años. Hay mayor uso de anticoagulación en ≥ 65 años (14,9 % frente a 5,8 %, p< 0,05).

Conclusiones. No hay diferencias en el control glucídico pero sí en el lipídico y en el uso de algunos hipoglucemiantes, estatinas y antihipertensivos.

© 2020 Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Publicado por Ergon Creación, S.A.


Differences by age and gender in the control and treatment of type 2 diabetes mellitus in a health care center

Abstract


Objective. To know the degree of control and treatment of patients with type 2 diabetes (DM2) in our health area, differentiated according to age (< 65 and ≥ 65 years) and gender (male and female).

Material and method. Observational, descriptive and cross-sectional study on the medical records of patients with DM2 from the Manzanares II Health Zone. Sociodemographic data, cardiovascular risk factors, vascular repercussions, laboratory values (glucose, lipid) and blood pressure, and drugs for the treatment of diabetes, dyslipidemia, arterial hypertension and with antiplatelet / anticoagulant effect are collected.

Results. Data from 342 patients (men: 170; women; 172; < 65 years: 120; ≥ 65 years: 222). Average HbA1C of 6.87% and> 60% with ≤ 7% (no differences between groups) with 40% in the range of ≤ 6.5%. Total cholesterol ≤ 200 mg / dl in 75% of patients: higher percentage in ≥ 65 years and in men (p < 0.01 between age groups and p < 0.05 by gender) with LDL-cholesterol ≤ 100 mg / dl in more than half of the patients: better in ≥ 65 years and in men (with p < 0.01 between age groups and gender). The combination of controlled factors for HbA1C and LDL-cholesterol improved in those ≥ 65 years (p < 0.01). Higher prevalence of CKD in women and in those ≥ 65 years (p < 0.001 for age and p < 0.05 for gender). Higher prevalence of smoking in men and in < 65 years (p < 0.001, in both). ARA II and diuretics are more used in ≥ 65 years (p < 0.05 and p < 0.001) than in < 65 years. There are no differences in antidiabetic treatment by sex, but there are in terms of metformin and iSGLT2 (more frequent in < 65 years, p < 0.01). There are differences in the use of statins (p < 0.01) and fibrates (p < 0.05), higher (64.4%) in ≥ 65 years. There is greater use of anticoagulation (14.9% vs 5.8%, p < 0.05) in ≥ 65 years

Conclusions. There are no differences in glucose control, but there are differences in lipid control and in the use of some hypoglycemic, statin and antihypertensive drugs.

© 2020 Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Published by  Ergon Creación, S.A.

Introducción

La diabetes mellitus (DM) es una alteración metabólica caracterizada por una elevación de la glucemia que facilita las complicaciones micro y macrovasculares que incrementan la morbimortalidad y reducen la calidad de vida. En 2016 era la décima causa de mortalidad y la duodécima causa de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD)1.

La prevalencia de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se ha ido incrementando de modo paulatino debido a cambios alimenticios y a envejecimiento poblacional, cambios en los criterios diagnósticos y menor mortalidad de los pacientes diabéticos2. Según el estudio Di@bet.es3, la prevalencia conocida es del 7,8 % (con un 6 % de diabetes desconocida); en nuestro medio4, la prevalencia es del 10,6 % (IC95 %: 10,1-11,2). Estos pacientes presentan factores de riesgo cardiovascular (FRCV) asociados (dislipemia, hipertensión arterial y obesidad), que dificultan el óptimo control metabólico (solo se consigue el control en un máximo de dos tercios de los pacientes en ensayos clínicos, según estimó Winocour5) y que conllevan un mayor gasto sanitario6; la inercia terapéutica, la historia natural de la enfermedad y el incumplimiento terapéutico –entre otros– son los motivos implicados en la escasa consecución de los objetivos de control7. El grado de control de los pacientes diabéticos es inferior a lo deseable8, aunque ha mejorado el control glucídico y más aún en el patrón lipídico4.

Para el control de los diversos FRCV es necesario indicar el uso de otros fármacos como antihipertensivos, estatinas y antiagregantes9, junto a otros para tratamientos de comorbilidades –que pueden dar lugar al empleo de ciertos fármacos10–, con lo que se procura un abordaje global del riesgo cardiovascular, mediante el cual se ha demostrado una reducción de los episodios cardiovasculares [RR 0,47 (0,24-0,73); p 0,007] y de las complicaciones cardiovasculares11.

En el estudio de Vinagre et al12 se ha visto que el control glucídico y lipídico es mejor en los pacientes de al menos 65 años con respecto al de los menores de 65 años; la prevalencia de enfermedad renal crónica es mayor en mujeres que en varones y en estos es más prevalente la afectación macrovascular, así como la presencia de micro y microalbuminuria. Por otro lado, en el estudio de Franch-Nadal13 el control glucídico, es decir, el valor medio de hemoglobina glucosilada (HbA1C) y lipídico es mejor en varones que en mujeres. En ambos estudios destaca el mayor porcentaje de varones con hábito tabáquico, a pesar de que saben que ser fumador tiene un OR de 0,91 (IC95 %: 0,88-0,94) para un buen control glucémico (HbA1C≤ 7 %).

Objetivo

El objetivo del estudio es conocer el grado de control y tratamiento de los pacientes con DM2 de nuestra zona de salud, diferenciados según la edad (menores de 65 y al menos 65 años) y el sexo (masculino y femenino).

Material y método

Se trata de un estudio observacional, descriptivo, transversal, en el ámbito de atención primaria: Zona de Salud Manzanares II (que comprende la población de Membrilla y más del 50 % de la población de Manzanares), con una población de 14.291 habitantes mayores de 14 años y con un 22,9 % de pacientes con al menos 65 años.

La población analizada han sido los pacientes con DM2 de ambos sexos de la Zona de Salud (1.515 pacientes) identificados mediante historia clínica electrónica del programa Turriano (usado en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha). Se han excluido los pacientes con DM1, los desplazados y los adscritos temporalmente al cupo médico y los fallecidos –aunque figurasen en la base de datos–, así como aquellos cuyos datos clínico-analíticos no se considerasen válidos.

Para el cálculo del tamaño muestral se empleó la fórmula de proporciones en poblaciones finitas (considerando una prevalencia de diabetes del 25 %, se obtuvo un tamaño muestral mínimo de 288 pacientes).

La selección de estos se realizó por muestreo sistemático sobre el listado de diabéticos de cada uno de los diez cupos médicos. De cada paciente seleccionado se rellenó una Hoja de Recogida de Datos (HRD), donde se registraron:

  • Datos sociodemográficos (sexo y edad), factores de riesgo cardiovasculares asociados, repercusión macro y microvascular de la DM2.
  • Valores antropométricos y analíticos (se han considerado como válidos si tenían una antigüedad ≤ 6 meses). En concreto: glucemia basal, HbA1C, colesterol total, HDL y LDL colesterol, triglicéridos, tabaquismo, creatinina y microalbuminuria (≥ 20 mg/L) en orina de una micción. Los parámetros clínicos se determinaron para todos los pacientes en el laboratorio del hospital de referencia (Virgen de Altagracia de Manzanares). Se registraron las cifras de presión arterial de la última visita.
  • También se anotaron los fármacos que tomaban los pacientes para el tratamiento de la DM2, la hipertensión arterial, la dislipemia, los antiagregantes o los anticoagulantes.

Se han obtenido 342 HRD válidas. Para el estudio descriptivo de los datos se ha utilizado la media (DE) para las cuantitativas y la proporción para las variables cualitativas, y para el estudio analítico la comparación de medias mediante la t de Student y la Chi-cuadrado para la comparación de porcentajes. Se han calculado los intervalos de confianza al 95 % (IC95 %).

El análisis estadístico se efectuó con el programa estadístico G-Stat 2.0.

Resultados

La prevalencia de la DM2 conocida es 10,6 % (IC95 %: 10,1-11,2).

De la muestra obtenida, el 49,7 % (IC95 %: 44,3-55,1) son varones, con una edad media de 67,3 (10,6) (p< 0,001) respecto a mujeres [71,6 (10,4)]; de ellos, el 54,7 % (IC95 %: 46,9-62,3) son ≥ 65 años (p< 0,001) en comparación con el porcentaje de 75 % (IC95 %: 67,8-81,3) de mujeres de ≥ 65 años (Tabla 1).

Destaca la mayor prevalencia de hipertensión arterial en ≥ 65 años y el tabaquismo en < 65 años y en varones (con p< 0,001, en todos), con diferencias casi significativas (p 0,06) en obesidad –mayor en mujeres– (Tabla 1). De hecho, más de la mitad de los pacientes con DM2 presentan obesidad (61,6 % en mujeres), con un IMC medio superior a 30 kg/m2 en todos los grupos estudiados.

La afectación macrovascular es más frecuente en los pacientes de ≥ 65 años, (sin ser significativo respecto de los de < 65 años) y en los varones (igualmente sin significación estadística), salvo la existencia de cardiopatía isquémica en varones (p< 0,01). En el caso de la microangiopatía existen diferencias entre los dos grupos etarios (p< 0,001), más frecuente en los ≥ 65 años debido fundamentalmente a la mayor prevalencia de nefropatía, mientras que por sexos –aun siendo más frecuente la nefropatía en mujeres– no llega a constituir una diferencia estadísticamente significativa.

En los datos clínico-analíticos no hay diferencias en el control glucídico, ni en el IMC (por edad), pero sí por sexos (más obesidad en mujeres) (Tabla 2). Las mayores diferencias se encuentran en el patrón lipídico, con cifras de colesterol total, LDL-colesterol y triglicéridos inferiores en los pacientes ≥ 65 años y en los pacientes masculinos. Los valores medios de creatinina son significativos entre los dos grupos etarios y por sexos (p< 0,05 y p< 0,001, respectivamente) (Tabla 1), al igual que la existencia de enfermedad renal crónica, más frecuente en mujeres que en varones (23,3 % frente a 13,4 %; p< 0,05) y en ≥ 65 años frente a < 65 años (23 % frente a 10,8 %; p< 0,001).

El porcentaje de pacientes con parámetros glucídicos controlados es mayor en el sexo femenino (p< 0,05), con mayor porcentaje (51,7 %; IC95 % 44,0-59,5) en glucemia ≤ 130 mg/dl. No existen diferencias estadísticamente significativas en el control de la HbA1C, cuyos valores se encuentran por encima del 60 %; uno de cada ocho pacientes presenta valores ≥ 8 % y destaca que uno de cada cuatro tiene cifras inferiores o iguales a 6,5 % de HbA1C (Tabla 2). En el grupo ≥ 65 años (95 pacientes) 78,9 % están siguiendo tratamiento antidiabético; la metformina (sola o en combinación con los inhibidores de la dipeptidilpeptidasa 4 –IDDP-4–) es la más usada, seguida por los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo2 (iSGLT2) y las sulfonilureas.

Las diferencias más significativas se encuentran en el control lipídico: mejor en los ≥ 65 años del colesterol total (p< 0,01), LDL-colesterol (p< 0,001) y triglicéridos (p< 0,001); también es mejor en los varones en colesterol total (p< 0,05) y LDL colesterol ≤ 70 mg/dl (p< 0,01) con respecto a las mujeres.

Hay un menor control de la presión arterial sistólica en los pacientes ≥ 65 años (p< 0,05). Hay un mayor porcentaje de mujeres con microalbuminuria ≤ 20 mg/L que de varones (p< 0,05) (Tabla 2).

Considerando el control combinado de varios factores (HbA1C ≤ 7 %, LDL-colesterol ≤ 100 mg/dl y presión arterial sistólica ≤ 140 mmHg), hay diferencias estadísticamente significativas (p< 0,01) entre los ≥ 65 años con respecto a los < 65 años, y el porcentaje es mayor en los varones que en las mujeres (Tabla 2).

Tabla 1 – Características de las muestras
Tabla 2 – Porcentaje de pacientes con parámetros clínico-analíticos controlados

En el tratamiento antidiabético no hay diferencias significativas entre varones y mujeres. Aproximadamente uno de cada diez pacientes está tratado exclusivamente con dieta. Las diferencias significativas se encuentran en el porcentaje de pacientes con dieta (más frecuente en ≥ 65 años) o metformina (mayor uso en < 65 años), ambos con p< 0,001; también en el uso de iSGLT2 (más frecuente en < 65 años; p< 0,01). Hay un mayor porcentaje de pacientes de más edad con insulina que más jóvenes, aunque no llega a ser estadísticamente significativo (Tabla 3).

En el tratamiento antihipertensivo en los ≥ 65 años hay un mayor uso de ARA II (p< 0,05) diuréticos (p< 0,001) y betabloqueantes (p< 0,05), y de diuréticos en mujeres (p< 0,05). El uso de antagonistas del calcio es mayor en varones (p< 0,05). El resto de grupos terapéuticos antihipertensivos se emplean en porcentajes variables, aunque sin llegar a alcanzar diferencias estadísticamente significativas entre los grupos estudiados (Tabla 3).

Las estatinas se emplean en un 50-60 % (según grupos de estudio), mayor en los ≥ 65 años con respecto a los menores (p< 0,01) y sin diferencias estadísticamente significativas entre sexos. Los fibratos son empleados en los < 65 años (p< 0,05) con mayor frecuencia que en los ≥ 65 años. No hay diferencias estadísticamente significativas en el uso de ezetimiba (uno de veinte pacientes).

La medicación antiagregante o anticoagulante es indicada en porcentajes similares en ambos sexos y no existen diferencias estadísticamente significativas: mayor uso de antiagregación (ácido acetilsalicílico o clopidogrel) en varones (uno de cada dos sigue tratamiento con este tipo de medicación; p 0,08) (Tabla 3). Solo es estadísticamente significativa la diferencia en el uso de anticoagulación (antivitamina K o anticoagulantes de acción directa) en los ≥ 65 años: anticoagulados uno de cada siete; es más frecuente el uso de los nuevos anticoagulantes orales que el de los antivitamina K (independientemente del grupo etario). La indicación de antiagregación (ácido acetilsalicílico o clopidogrel) es mayor en los ≥ 65 años (p 0,08).

Tabla 3 – Porcentaje de pacientes con tratamiento.

Comentario

La prevalencia de diabetes mellitus conocida es 10,6 %, con un incremento de 2,12 % con respecto al estudio previo en la misma población (Estudio AZUER)8, y mayor que la de otros estudios: 7,8 % en estudio Di@bet.es3, 8,65 % en 2014 y un incremento de 8,83 % en 201614.

La prevalencia de hipertensión arterial es similar a la de otros estudios12. La prevalencia de obesidad (más del 50 %) es mayor que la de otros estudios12,15. La presencia de hábito tabáquico en varones es similar a la de otros estudios12, pero menor la de las mujeres13, lo que posiblemente está relacionado con el ámbito local y la mayor edad de las mujeres de nuestra población.

La cardiopatía isquémica es más frecuente en varones (p< 0,01), pero de forma similar a otros estudios12. La nefropatía es más frecuente en mujeres. Los valores medios de HbA1C son inferiores a 7 %, sin diferencias estadísticamente significativas entre todos los grupos analizados y con más de 60 % con valores ≤ 7 %, cifras mayores que las de otros estudios12,13,16. Aproximadamente el 40 % (42,8 %; IC95 % 36,2-49,6 en los ≥ 65 años) de los pacientes tienen cifras ≤ 6,5 %; este grupo etario es el que generalmente presenta más comorbilidades –generalmente con mayor riesgo cardiovascular– y en estos pacientes un control intensivo (objetivo de HbA1C 6 %) puede incrementar la mortalidad sin reducir los episodios cardiovasculares mayores17. Un 9,3 % de las mujeres y un 15,3 % de varones presentan valores de HbA1C ≥ 8 % (p 0,09); no obstante, son menores que los del estudio de Vinagre y cols.12.

Las cifras medias de colesterol total y LDL-colesterol son menores (y con diferencias estadísticamente significativas) en los pacientes ≥ 65 años y en el grupo de varones, inferiores a las otros estudios12,13 y ligeramente superiores a las del estudio de López García et al18 (65-80 % de pacientes con cifras ≤ 200 mg/dl); el porcentaje de LDL-colesterol ≤ 100 mg/dl es mayor solamente en algunos grupos etarios. El control es mejor que el de otros estudios12,16.

La combinación de cifras de HbA1C ≤  7% y LDL-colesterol ≤ 100 mg/dl (36,5 % de los pacientes) tiene diferencias estadísticamente significativas entre los grupos etarios y sus valores son mejores que los del estudio de Arrieta et al16.

Las cifras de presión arterial sistólica ≤ 140 mmHg también son mejores, si bien en el estudio12 se tenían en cuenta las cifras de la presión arterial diastólica ≤ 90 mmHg. Se demuestra que la mejora en el control conjunto mediante el abordaje global de varios factores de riesgo cardiovascular conduce a una reducción de los episodios cardiovasculares y de las complicaciones microvasculares19.

La existencia de microalbuminuria y la prevalencia de enfermedad renal crónica son mayores que las referidas en otros estudios12,15.

En el aspecto terapéutico de la DM2, destaca el porcentaje de < 65 años tratados exclusivamente con dieta (3,3 % frente a 13,5 % en ≥ 65 años); la media es de 9,9 % y no hay diferencias estadísticamente significativas entre sexos. Estas cifras son superiores18 e inferiores a otros estudios13,20. Ha disminuido de modo significativo en la misma población al pasar del 16,5 % (en 2010) al 9,9 % actual (p< 0,05). Por sexos no hay diferencias en el uso de antidiabéticos, pero no ocurre igual entre los grupos etarios: mayor uso de metformina en < 65 años (p< 0,001), pautada en dos de cada tres diabéticos, de manera superior a la de otros estudios14,18. El segundo grupo terapéutico más usado son los IDPP-4 (en todos los grupos), con cifras medias del 30,1 %, menores que las de población española de otro estudio18 y mayores que las del estudio de Escribano14. El tercer grupo más usado es el de los iSGLT2, con mayor frecuencia que la del estudio de López García et al18, si bien este se llevó a cabo en 2016, cuando aún no estaba tan introducido este grupo terapéutico. La insulinoterapia es usada por aproximadamente por uno de cada seis pacientes (sin diferencias estadísticamente significativa entre grupos), lo que es menor que lo reflejado en otros estudios14,18. Las sulfonilureas se emplean en 17,2 % de los casos, sin diferencias estadísticamente significativas entre los grupos, lo que es menor a lo descrito en el estudio de Escribano14. El resto de grupos terapéuticos son menos usados.

Los diuréticos son usados con mayor frecuencia en los ≥ 65 años y en las mujeres; los betabloqueantes en ≥ 65 años; los antagonistas del calcio en varones, lo que posiblemente está relacionado con comorbilidades, ya que en un 60 % de los casos (cifra superior a la de este estudio13) se usan fármacos para el bloqueo del sistema renina angiotensina (p< 0,05, entre grupos etarios).

Las estatinas se usan en más de la mitad de los pacientes, niveles que alcanzan el 64,4 % de los ≥ 65 años) (p< 0,01), que son superiores a las referidas por otros estudios13,16.

Con antiagregantes/anticoagulantes están uno de cada dos pacientes, cifra superior a la del estudio de Franch-Nadal13; las diferencias son estadísticamente significativas al comparar su uso entre los grupos etarios, lo que puede estar relacionado con la existencia de comorbilidades: para la prevención del estado de hipercoagulabilidad, que favorece la aparición de episodios tromboembólicos en la DM2, el tratamiento anticoagulante no es de elección, pero su uso puede ser necesario en situaciones de riesgo sobreañadido21.

Conclusiones

Los pacientes con DM2 de nuestro centro de salud tienen un aceptable control glucídico (cifras medias inferiores a 7 % de HbA1C). Más del 40 % de los pacientes ≥ 65 años tienen unas cifras inferiores a 6,5 %; en ellos hay que considerar que pueda existir una prescripción potencialmente inapropiada para conseguir los mejores objetivos posibles22, pues estos han de ser modificados en el tiempo en un mismo paciente, a partir de su estado funcional y cognitivo, comorbilidad, riesgo de hipoglucemia, capacidad de autocuidado y expectativa y calidad de vida23-27. Existen diversas recomendaciones para el tratamiento más adecuado.

El control lipídico es mejor que el glucídico, especialmente en los ≥ 65 años y en varones, en los que el control combinado de varios factores es alcanzado en más de un tercio de ellos. Es aconsejable recordar que actuar sobre el control tensional y el de los valores lipídicos conseguirá resultados más exitosos a corto plazo que el control de la hiperglucemia desde el punto de vista cardiovascular23.

No hay diferencias por sexos en el uso de antidiabéticos, pero sí en los grupos etarios considerados, al igual que en la terapia hipolipemiante y en antiagregación/anticoagulación.

Limitaciones

Una de las limitaciones es que los datos analizados se obtienen del estudio sobre historias clínicas consideradas “válidas” y hay que tener en cuenta que un 20 % de las historias seleccionadas inicialmente han sido excluidas por falta de registro en varios parámetros, circunstancia que se refiere en otros estudios18,22; esto que pone de manifiesto una cuestión clave: la calidad de la información en las historia electrónicas, y aunque los valores analíticos se descargan automáticamente desde el laboratorio a la historia electrónica, hay datos que se han de registrar directamente, con lo que hay que considerar un posible infrarregistro.

La medición de la HbA1C es ampliamente utilizada en estudios sobre el control de la diabetes. Se trata de una variable subrogada o de resultados intermedios29; tras la introducción de nuevos hipoglucemiantes orales con efectos sobre prevención secundaria cardiovascular, sería aconsejable plantear un estudio sobre resultados finales (complicaciones cardiovasculares, ingresos hospitalarios, pie diabético…), o un estudio de cohortes.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Fuentes de financiación

No han existido fuentes de financiación.

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