Clínica Cotidiana

Información del artículo


Historia del artículo:
Recibido el 21 de noviembre de 2023
Aceptado el 31 de diciembre de 2024
On-line el 31 de enero de 2025


Palabras clave:
Eritema nudoso
Paniculitis
Nódulo subcutáneo


*Autor para correspondencia
Correo electrónico:
bblankasan@gmail.com
http://dx.doi.org/10.24038/mgyf.2024.070


Keywords:
Erythema nodosum
Panniculitis
Subcutaneous nodule

Blanca Sánchez Galindo

Servicio de Salud de Castilla La Mancha (SESCAM). Albacete.


Resumen

El eritema nudoso es un tipo de paniculitis aguda, que se caracteriza clínicamente por la aparición de nódulos eritemato-violáceos, dolorosos a la palpación que aparecen de forma aguda-subaguda, sobre todo a nivel de región pretibial. Se suele resolver en varias semanassin dejar secuelas. El diagnóstico suele ser clínico, aunque se recomienda la realización de biopsia para descartar otras enfermedades de presentación similar. El tratamiento de esta patología depende de la clínica del paciente, aunque puede resolverse incluso sin tratamiento en varias semanas.


Erythema nodosum after an Epstein-Barr virus infection

Abstract


The erythema nodosum is a type of acute panniculitis, which is clinically characterized by the appearance of erythematous-violaceous nodules, painful on palpation that appear in an acute-subacute manner, especially in the pretibial region. It usually resolves in several weeks without leaving sequelae. Diagnosis is usually clinical, although biopsy is recommended to rule out other diseases with a similar presentation. The treatment of this pathology depends on the patient’s symptoms, although it can resolve even without treatment in several weeks

Mujer de 20 años de edad, que acude a la consulta de su médico de familia por la aparición desde hace 2 semanas de lesiones nodulares, dolorosas con la palpación, similares a hematomas, que han ido aumentando de tamaño; no están relacionadas con ningún traumatismo previo.

La paciente refiere haber padecido hace un mes infección por mononucleosis infecciosa asociada al virus de Epstein-Barr (VEB). Precisó únicamente tratamiento sintomático para las mialgias y la clínica respiratoria durante 1 semana; la recuperación fue completa.

En la exploración física se observan lesiones nodulares, tumefactas, dolorosas con la palpación, no pruriginosas, de color purpúrico, en ambas regiones pretibiales de los miembros inferiores (figura 1). No hay lesiones en otros lugares.

En la analítica de sangre se detecta la existencia de IgG frente a VEB, sin otras alteraciones.

La paciente es remitida a las consultas de Dermatología para la valoración de las lesiones.

Allí se efectúa biopsia de las mismas, en la que se observa paniculitis septal sin vasculitis, compatible con eritema nudoso.

Inicialmente se pauta naproxeno (500 mg, 1 comprimido cada 12 horas durante 15 días) y reposo relativo.

Ante la persistencia de las lesiones, se modifica el tratamiento: se suspende el naproxeno y se añade prednisona (30 mg, 1 comprimido al día durante 7 días); posteriormente se retira con pauta descendente.

Tras 3 semanas del tratamiento con corticoides, la paciente presenta mejoría considerable de las lesiones y remite completamente el dolor.

Figura 1 – Lesiones nodulares purpúricas en ambos MMII.

Figura 1 – Lesiones nodulares purpúricas en ambos MMII.

Comentario

El eritema nudoso es la variante clínico-patológica más frecuente de paniculitis aguda. Se caracteriza por ser una reacción de hipersensibilidad celular retardada, desencadenada por estímulos antigénicos muy diversos: infecciones (amigdalitis aguda, gastroenteritis bacterianas, tuberculosis), enfermedades sistémicas (sarcoidosis), enfermedad inflamatoria intestinal, fármacos (penicilinas, anticonceptivos orales), tumores hematológicosy embarazo, entre otros1; no obstante, una proporción importante de casos es de origen idiopático (17-72 %)2.

La mayoría de los casos aparecen entre la segunda y la cuarta décadas de la vida; es más frecuente en mujeres que en varones, con una relación 6:1. La incidencia anual oscila entre 1 a 5 casos por 100.000 habitantes1.

Los nódulos suelen presentar un aspecto muy característico: eritematosos de forma súbita, dolorosos, calientes, de tamaño entre 1 y 5 cm, generalmente con una distribución bilateral y simétrica, que afecta a la región pretibial, aunque pueden verse afectadas otras regiones, como las superficies de extensión de antebrazos, muslos y tronco1.

Aunque su diagnóstico clínico suele ser sencillo por sus características en la mayoría de los casos, algunos expertos recomiendan la realización de la biopsia de las lesiones para confirmación y excluir otras enfermedades de presentación similar, como la vasculitis nodular, la panarteritis nudosa cutánea, el eritema indurado de Bazin o el linfoma subcutáneo6.

Histológicamente se caracteriza por ser una paniculitis septal aguda o granulomatosa, con algún grado de infiltrado de la periferia de los lóbulos adiposos, pero respetando el resto del lóbulo y sin vasculitis. Son característicos los nódulos radiales de Miescher7.

El tratamiento se basa inicialmente en el reposo relativo como primera medida; en caso de que no sea suficiente, se pueden asociar antiinflamatorios no esteroideos (naproxeno, 500 mg) para aliviar el dolor. En caso de persistencia de la clínica, se pueden emplear esteroides sistémicos, útiles sobre todo en lesiones muy extensas y dolorosas. Se propone iniciar prednisona a dosis de 40 a 60 mg al día, siempre que se haya excluido previamente una infección de base, especialmente la tuberculosis4.

El tratamiento se basa inicialmente en el reposo relativo como primera medida; en caso de que no sea suficiente, se pueden asociar antiinflamatorios no esteroideos (naproxeno, 500 mg) para aliviar el dolor. En caso de persistencia de la clínica, se pueden emplear esteroides sistémicos, útiles sobre todo en lesiones muy extensas y dolorosas. Se propone iniciar prednisona a dosis de 40 a 60 mg al día, siempre que se haya excluido previamente una infección de base, especialmente la tuberculosis4.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía


  1. Ríos JJ, Sendagorta E, González-Beato MJ. Eritema nodoso. Med Clin (Barc). 2009; 132(2): 75-9.
  2. Torralba Á, Alda I. Causas de eritema nudoso en pacientes ingresados en un hospital español de tercer nivel. Actas Dermosifiliogr. 2020; 111(8): 683-7.
  3. Llop M, Revenga M, Blázquez MA. Protocolo diagnóstico del eritema nodoso. Medicine. 2017; 12(27): 1596-8.
  4. González T, Cardona N. Eritema nodoso y su asociación con infecciones micóticas. Rev CES Med. 2010; 24(2):47-60.
  5. Agüero D, Cubero MC, Martín O. Eritema nodoso, a partir de un caso. Rev Pediatr Aten Primaria. 2009; 11: 451-6.
  6. González-Gay MA, García C, Pujol RM, Salvarani C. Erythema nodosum: a clinical approach. Clin Exp Rheumatol. 2001; 19:365-8.
  7. Castellano JA, Velasco M, Alfaro A. Eritema nudoso y otras paniculitis. Rev Sociedad Val Reuma. 2009; 3(1): 17-37.